Por fin San Blas...

 

Enero de 2011

Cuando navegábamos por Túnez conocimos a unos americanos que habían dado cuatro vueltas al mundo y nos dijeron que San Blas era el lugar más bonito del Caribe. Desde entonces son muchas las expectativas y estamos ansiosos por conocerlo.

 

San Blas es la cuna de los indígenas Kuna, que siguen conservando sus costumbres y tradiciones, aunque poco a poco se están contaminando cada vez más del mundo exterior. Los indios llaman a su territorio Kuna Yala y no les gusta el nombre de San Blas, que fue con el que lo bautizaron los españoles en su invasión.

 

Tras dos noches en navegación desde Cartagena ralentizando la marcha para no llegar de noche, llegamos a la Isla Porvenir donde se hace la entrada en San Blas. Fondeamos y enseguida bajamos a tierra para regularizar nuestra estancia. Las tasas son las siguientes: Inmigración 20$ (válido por 6 meses) Permiso de navegación 194$ (válido por un año) Permiso Kuna Yala 20$ por barco + 2$ /tripulante (válido por un mes).

 

En Porvenir también hay un mini aeropuerto donde llegan las avionetas desde Panamá City para recoger a la gente que viene de visita a los veleros. Dos pequeños restaurantes, un hotelito, escasas cabañas de los locales y poco más.


 

 

 

Coco Bandero, uno de los fondeos tops


The Panama crusing guide de Erich Bauhaus es el libro imprescindible para navegar en San Blas. Las cartas electrónicas tienen grandes errores en algunas islas. Bahuaus ofrece cartas, fotos aéreas, información y muchos waypoints que introduciéndolos en el plotter, nunca dejando el sentido de la vista como referente principal, facilitan las entradas a los fondeaderos, todos rodeados de arrecifes.

 

El archipiélago está formado por 340 islas aunque las más protegidas y concurridas son solo unas pocas. Las distancias para navegar de isla a isla son escasas, a veces solo hay cuatro o cinco millas entre una y otra y como máximo unas treinta.

 

Coco Bandero es uno de los grupos de islas más populares y más bonitas. El enclave es un sueño. Están protegidas por una línea de arrecifes de cuatro millas; aún así el fondeadero es un poco incómodo salvo algunos lugares más resguardados que suelen estar ocupados. Los italianos tienen preferencia por estas islas y suelen reunirse aquí.

 

Nos reencontramos con nuestros amigos austríacos del Aroha, Monika y Eric, con los que pasamos dos días muy agradables hasta que ellos se marchan hacia el canal.

 

La temporada de lluvias se está alargando y no tenemos un recibimiento óptimo ya que está nublado y llueve durante los primeros días, a ratos sale el sol y es cuando aprovechamos para bañarnos o inspeccionar las islas. De enero a marzo/abril es la mejor temporada para estar en San Blas ya que son los meses más secos; el resto del año las lluvias son importantes y las tormentas eléctricas hacen la estancia un poco embarazosa.

 

Casi todas las islas del archipiélago tienen una fisonomía parecida, no son demasiado grandes y no hay otra cosa que altas palmeras que se alzan con fuerza hacia el cielo con su respectivos cocos en su copa y otros que ya han ido cayendo. Las rodean un fina y blanca arena y un mar claro y transparente que cambia en seguida de color por caer en picado el fondo.

 

En una de las islas vive una familia. Una de las formas de supervivencia de los kuna son los cocos. Todas la palmeras tienen su dueño por lo que no debemos coger ningún coco ni siquiera del suelo. Los intercambian con los colombianos por comida, gasoil, aceite... Muchos kunas ya tienen teléfonos móviles y la única forma de cargarlo es pidiéndoselo a los veleros ya que no hay corriente en las islas, así que suelen acudir a nosotros.

 

También pasan asiduamente para vender pescado, langostas o fruta. Navegan en sus cayucos algunos a remo, otros a vela y los menos tienen motor fueraborda. Los chicos ya tienen ganas de volver a casa y nos liquidan ocho langostas que les quedan por 15 dólares. Festejamos el cumpleaños de Eric con el exquisito marisco.

 

 

 

 

Narganá y Río Diablo


Narganá es una isla muy próxima al continente y aunque la mayoría de islas están inhabitadas aquí se encuentra un poblado kuna importante. Un barco colombiano acaba de desembarcar y aprovechamos para hacer acopio de algunas frutas y verduras (todo por un dólar la libra); en la isla pequeñas tiendecitas venden también algo de fruta, verdura, pollo y algunas latas y bebidas. (Cervezas y Coca-Colas 1$ y frutas y verduras 1’40$ la libra aprox.).

 

Las casas kunas son sencillas, la mayoría son cabañas hechas de ramas de palmeras y las menos, de cemento. Los baños de las casas son unas pequeñas cabañas situadas sobre el mar, así que es recomendable no bañarse en las aguas del fondeadero por motivos obvios.

 

Es posible tener servicio de internet en el colegio pero el maestro está de vacaciones. Se puede encontrar diesel y gasolina a 4’5$ el galón; hay una clínica – donde acudimos por la mordedura de un pez en el dedo de Jose donde nos atienden por solo 3$ la visita; una pequeña farmacia y hasta una casa que tiene servicio de fotocopias. Hay un pequeño aeropuerto, que junto con Porvenir conecta las islas con Panamá City; por eso Narganá es punto de paso para recoger gente que viene de visita y de idas y venidas para hacer acopio de algunos víveres.

 

En este poblado han ido dejando los signos tradicionales y los pocos se visten con los atuendos kunas.

 

La excursión con el dinghy a Río Diablo es una experiencia maravillosa. Vamos con el velero americano Akka y los canadienses del Apple Seeds, que conocimos el día anterior. La entrada al río es muy poco profunda por lo que hay que hacerla a remo, a medida que nos vamos adentrando el paisaje es cada vez más espectacular. Muchos cayucos kunas van arriba y a bajo llenos de grandes depósitos para cargar agua o con la colada. A Narganá llega una tubería con agua dulce pero ahora se encuentra rota. Nosotros aprovechamos para hacer lo mismo, llevamos la ropa sucia que se ha ido acumulando y cargamos los depósitos con agua. Más de horas con el dinghy a poca velocidad para respetar el entorno y esquivar los troncos nos lleva llegar hasta la zona del río donde el agua es limpia. A partir de cierto punto hay que apagar los motores y hacer el tramo a pié o remo para no contaminar el agua.

 

A pocas millas se encuentra la isla de Río Azúcar donde hay un pequeño poblado kuna y un muelle donde se puede llenar los depósitos de agua por 15$. Poco más hay así que, parada técnica y a seguir.

 

 

 

 

Green Island


Kanlildup es el nombre kuna para esta isla. El fondeadero está muy protegido y las dimensiones de la isla principal son suficientes para permitirte una agradable caminata alrededor. Se conoce que por aquí anda un cocodrilo que es inofensivo aunque no todos consiguen verlo.

 

Junto al Akka, de Chris y Monty, pasamos unos días aquí. Ellos llevan cerca de seis años y se conocen todos los rincones. Poco a poco iremos trabando una buena amistad y compartiendo muchos momentos, él se convierte rápidamente en el compañero de pesca de Jose. Todos los días salen a pescar cerca de dos o tres horas. Jose cada día va perfeccionando su estilo y cada vez llega con mejores presas: pargos, loros, burras y otras especies todas exquisitas. Así que una comida al día siempre es a base de pescado.

 

Quemamos nuestras primeras basuras en una pequeña islita de Green Island. Las latas y botellas se guardan para hundirlas en las navegaciones cuando haya mucha profundidad, el orgánico se deshecha a la noche y plástico y papel se queman con gasolina. En las islas más pobladas te recogen la basura por 1$ la bolsa.

 

Por las mañanas siempre escuchamos la net en inglés por la BLU en la frecuencia 8.107 a las 8:30 horas: meteo, info, saludos, preguntas y tráfico con otros barcos que están en todo Kuna Yala. En la VHF por el canal 72 se mantiene el contacto entre barcos; siempre el inglés, lengua reinante, y los italianos -que los hay muchos por aquí- tienen su propio canal en el 68.

 

 

 

 

Cayo Holandeses


Esta isla se convertirá muy pronto en nuestro pequeño paraíso. Es nuestro lugar preferido hasta ahora y pasamos largas temporadas. Cayo Holandeses es un largo archipiélago de islas y se subdivide en los cayos del este y del oeste. Nuestro fondeadero se encuentra detrás de la isla de Manedup, aunque más popular es el del otro lado de la isla conocido por Swimming Pool (piscina) por los colores del agua donde se encuentra la Barbacue Island, que tomó ese nombre por los frecuentes encuentros de veleristas.

 

Detrás de Manedup se encuentra Tiadup, una isla preciosa donde viven tres familias. Hay un pozo donde vamos a lavar la ropa periódicamente y cogemos cubos de agua para desalarnos tras los baños en el mar. Los propietarios de la isla cobran 10$ mensuales por barco por instalarnos en su área. También pasan a vender frecuentemente un pan de coco exquisito. Una vez a la semana pasa la lancha de Juliano con frutas, verduras, pollo, cervezas... Lo venden un poco más caro que en su tienda de Narganá, pero te lo traen “a domicilio”. A Juliano también le encargamos un teléfono que nos trae de Panamá ya que nuestra estancia aquí va a ser de varios meses.

 

Disfrutamos de una tranquilidad absoluta, de un entorno maravilloso, baños, snorkel, pesca, largos ratos de lectura en la hamaca...y sintiéndonos muy privilegiados de estar en este paraíso único. San Blas, es sin duda el lugar más especial que hemos conocido hasta ahora y ahora entendemos por qué tantos barcos que vamos conociendo se han quedado aquí atrapados durante años.

 

A medida que van pasando los días y las semanas vamos conociendo más gente y vas haciendo tu grupo de amigos con los que vas coincidiendo en un punto y otro. Junto con Chris y Monty y Terry y Gerry (los candienses del Gymnopedies) nos encontramos muy a gusto y compartimos muchas cenas en uno de los barcos, también happy hours en la playa, dinghys rafts (quedadas de dinghys para tomar algo en la tarde), barbacoas en la playa y celebraciones de cumpleaños en las islas. Las chicas nos reunimos alrededor de un barco por las mañanas para hacer aquagym, ejercicios en el agua al compás de la música.

 

Somos pocos los españoles por aquí y te hace ilusión poder encontrarte y poder hablar un poco en tu idioma. Conocemos a Siempre Navegando, una simpática pareja andaluzo-burgalesa que ya llevan un tiempo por el Caribe. Enseguida nos sacan queso, jamón y longaniza, esos tesoros de la tierra que a estas alturas son todo un lujazo.

 

Volvemos a coincidir con un bonito velero de 65 pies italiano, el Brigante, de Davide e Ivra, que conocimos en Grenada. Nos invitan a una fiesta que han organizado en la isla a la noche para festejar el cumpleaños de un amigo que está con ellos. Nos juntamos 25 italianos y cinco españoles: Edu del Anima Mare y Nacho y Judit del Changos. Qué pequeño que es el mundo que hablando Edu y Jose descubren que el padre de Edu fue profesor de historia de Jose en Logroño en el Bachiller. Pasamos una noche superdivertida. Han asado un cerdo entero, pulpo y langosta a la barbacoa, focaccia, y un montón de comida, postres y bebida. Nacho prepara un exquisito mojo de su Canarias natal que le da un toque a lo asado bravíssssimo ¡Arriba la Italia! Y ¡Urra por el encuentro de los españoles!

 

Los días consecutivos nos reunimos en los barcos con los españoles e italianos. Son increíble las historias que hay detrás de cada uno. Amadeo, del Sorrentino, que nos prepara una exquista pasta italiana en su barco, lleva 35 años navegando y tiene mil historias que contar. También ha llegado la brasilera Celia y su marido Perro Rojo, del Last laugh. Ella es un terremoto y en la cena en el Sorrentino se hace la madrugada bailando mucha samba y otros ritmos.

 

También coincide un encuentro de kite surfers llegados de Colombia entre los que hay algún español. Un bonito espectáculo de velas en los días de más viento asaltan la tranquilidad de la isla que pronto vuelve a su estado.

 

De vez en cuando llega algún cayuco que ofrecen molas. Los “masters mola makers” mas famosos son Venancio y Lisa.

Las mujeres obtienen dinero vendiendo sus “molas”. Una especie de tapices hechos con telas de muchos y vivos colores con los que hacen sus camisas, también almohadas, bolsos... cada mola es única y los motivos principales son animales, pájaros o peces. Es el souvenir más preciado.

 

Poco a poco vamos aprendiendo las costumbres y curiosidades de la forma de vida de los kunas. Nos cuentan que venden a los colombianos 50 cocos por 20$ y cada vez van buscando nuevos negocios, muchos piensan en montar restaurantes y pequeños refugios. Hemos llegado a tiempo ya que las islas siguen estando vírgenes pero en poco tiempo ya no va a ser lo que es; de hecho los que llegaron hace unos años han notado la evolución a pasos agigantados.

 

Alrededor de 55.000 son los habitantes que forman la comunidad kuna. Una sociedad organizada y unida por medio de los líderes tribales “sailas”.

Los kunas son amables con los visitantes pero tienen prohibido casarse con individuos de fuera de su comunidad. Tampoco los extranjeros pueden comprar sus tierras ni asentarse de manera permanente.

 

 

 

 

Limón Oeste


Aunque nos cuesta movernos de los Holandeses queremos seguir conociendo otras islas y nos dirigimos a los Limones, uno de los fondeaderos más populares del archipiélago.

Aquí hay el único punto de acceso a internet por 3$ la hora. También hay un barcito con una gran pantalla plana en la popular Isla Elefante. La verdad es que no nos gusta demasiado el lugar ya que se aleja de esos otros paraísos perdidos que han impregnado nuestras vidas. Hay muchos barcos y estamos bastante pegados unos a otros. También hay boyas (10$ día o 150$ mes) donde puedes dejar el barco y viajar a Panamá City. El velero alemán Samantha Nova recarga las botellas azules de butano por 7$.

 

Aquí conocemos a los vascos del Nagor con los que nos hemos cuzado en la navegación y hemos hablado vía VHF.

 

 

 

 

Cayo Limones Este

 

Este es otro de los archipiélagos más populares que comentábamos. Varias islas forman este conjunto; hay algunas bien bonitas -aunque nosotros nos quedamos, si tuviéramos que elegir, con las islas de la zona este. En una de ellas es posible quedarse a dormir en hamaca o colchones inflables por 80$ dos días con comidas incluídas y te traen con una lancha desde Porvenir.

 

Son muchos los cayos que forman Limón Oeste y hay varios puntos de fondeo adentrándose por estrechos pasos ente arrecifes, pero la mayoría de barcos suelen agruparse entre las islas de Banedup y Nuinudup en una extensa área donde caben muchos veleros.

 

Aquí pasamos unos días relajados y aprovechamos para hacer varias tareas en el barco.

 

 

 

 

Chichimé


Febrero de 2011

Se encuentra en la parte occidental de Kuna Yala, cerca de la isla Porvenir y Cayo Limones. Es un fondeadero precioso rodeado de dos islas y arrecifes. Está en la zona más turística y transitada y continuamente pasan cayucos ofreciéndote molas, pescado o pidiendo golosinas, galletas para los niños o cualquier otra cosa que les quieras dar: leche, salsa de tomate, revistas... En San Blas hay muchos barcos que hacen chárter y suelen frecuentar la zona más del oeste. Estos cobran alrededor de 175$ persona /día.

 

La entrada al fondeadero es estrecha pero un barco hundido, que luego retirarán, facilita la aproximación. La historia de este barco es capítulo aparte. Se hundió en diciembre en un día de muy mal tiempo que no estaba para salir y era de un español.

 

En Chichimé pasamos unos días de mucha fiesta ya que nos reunimos varios conocidos: Brigante, Changus, Anima Mare, Last laught, Santa Paz... y empalmamos fiesta tras fiesta: comida en el Brigante, celebramos el cumple de Jose en la isla, Sushi party, atún en el Changus...

 

Más tarde regresamos y nos encontramos con los amigos del Cuculí y conocemos a Peyo, un vasco francés, que nos invita a cenar a su barco.

 

 

 

 

Wichubwala

 

Nuestro amigo Monty ha tenido una avería en el motor y ha tenido que viajar a Panamá City para comprar un repuesto, nos pide que lo recojamos en Porvenir para ir a Holandeses donde tiene el barco. El fondeadero de Porvenir no es muy bueno y atrás hay una isla llamada Wichubwala donde es más tranquilo el anclaje. Wichubwala tiene un poblado kuna donde hay una pequeña tienda para comprar los cuatro productos básicos; está bastante enfocado a los turistas por su proximidad al aeropuerto con muchas paraditas de venta de molas, pulseritas y pequeños souvenirs. También es posible encontrar diesel y gasolina y llenar agua con depósitos por unos dólares.

 

 

 

 

 

Carnaval en Morodup

 

Regresamos a lo que consideramos nuestro puerto base, Cayos Holandeses. Poco a poco se va llenando de barcos y más barcos- la mayoría italianos- ya que Celia ha organizado su cumpleaños y el Carnaval en la isla de Morodup, conocida popularmente como Barbacue Island. El cerdo asado se empieza a cocinar 24 horas antes así que hay que pernoctar en la isla y muchos nos unimos a pasar la noche en la isla para acompañar a Perro Rojo durmiendo en las hamacas; esta es una noche inolvidable cantando alrededor de la fogata con la guitarra, comiendo ensalada de pulpo y adormilarse viendo las palmeras y la noche estrellada.

Nos despedimos de los amigos del Brigante: David, Ilva y Gaetano que deben regresar a Italia y de los que nos queda un recuerdo imborrable, pero solo es un hasta pronto ya que como a muchos otros amigos los volveremos a ver en noviembre-diciembre a su regreso.

 

Conocemos a Antonio y Tania del Cuculí, español y venezolana, con los que compartimos unos días y pasamos muy buenos momentos. Viajan con su pequeña Marisol, de dos años y medio, y el cachorrito Benji. La temporada de langostas está terminando ya que tiene su fin a principios de marzo así como también la del cangrejo y el pulpo y aprovechamos para comer mucha langosta, un rico pulpo y mucho ron venezolano que el Cuculí lleva en su despensa.

 

Ya conocemos casi todos los puntos de snorkel de Holandeses y cada día Jose regresa con ricos pescados. Los fondos coralinos son siempre sorprendentes con variedad de peces, enormes rayas, alguna tortuga y a veces hasta con tiburones, la mayoría inofensivos si no se ven expresamente atacados - eso sí, tener cerca uno de tres o cuatro metros aunque sepas que no son peligrosos, prometo que impone y mucho.

 

 

 

 

Recorrido turístico por las islas ya conocidas


Abril de 2011

Peces rojos, azules, amarillos... variedad de pececillos que alegran el mar cada vez que asomamos la cabeza entre los arrecifes. Los peces leones cada vez se multiplican más y suponen una amenaza para el resto de las especies del Caribe y también para nosotros ya que son venenosos y hay que andar con cautela. La temporada de langostas se ha cerrado de marzo a junio pero los kunas las siguen ofreciendo por un módico precio. Los kunitas pasan constantemente a vender pescado, limones, mangos, molas, a dejar el móvil para que lo recargues...

 

El tiempo se ha vuelto bastante inconstante. A partir de abril baja bastante el viento pero las lluvias empiezan a ser un poco más frecuentes y los roles de viento amenazan esporádicamente pero te obligan a tener que fondear en un radio circular libre previendo cualquier role al oeste o al sur. En cambio, en los meses de enero y febrero nunca hemos tenido un cambio importante de dirección de viento y se podía tirar el ancla prácticamente en la orilla o en el arrecife.

 

Aunque muchos barcos ya se han ido siguen llegando constantemente otros. Los amigos del Peking y del Gran Camajan V, americanos y mallorquines respectivamente, coinciden en su arribada y nos convertiremos en inseparables durante sus varias semanas de estancia. Recorremos las islas que nos parecen las más emblemáticas y atractivas del archipiélago para que los barcos amigos puedan disfrutar del paraíso de San Blas.

 

 

 

 

Salardup,  Río Sidra y Cambombia


 Abril de 2011

Aunque conocer a fondo las infinidad de islas te llevaría “toda una vida”, poco a poco vamos incorporando a nuestro cuaderno de bitácora nuevos cayos que a pesar de su semejanza no dejan de sorprendernos.

 

Lisa, un conocido trasvestido – lo cual es usual y aceptado con normalidad en la comunidad- además de ser una de las mejores artistas de molas, organiza excursiones a Río Sidra. La flotilla Camaján-Peking-Yaya-Cap’s III nos dirigimos a Salardup donde allí nos recogerá con un gran cayuco a primera hora de la mañana. La excursión que sale por 15$ por persona resulta muy divertida: tras una hora de navegación con el cayuco hasta llegar al continente, tenemos que entrar a pulso el cayuco hasta el río porque la marea está baja, después caminata por la selva visitando varios cementerios kunas y la vuelta por el río nadando y haciendo un poco de barranquismo muy light.

 

Salardup nos ha sorprendido porque lo teníamos apenas oído y nos ha encantado, un amplio fondeadero, una isla grande muy cuidada donde nos permiten hacer una rica barbacoa a la noche.

 

Cambombia es otro fondedero más popular que no habíamos visitado aún cerca del continente; tras salvar una cadena de arrecifes nos adentramos en un enclave precioso donde viven dos numerosas familias con muchos niños que nos vienen constantemente a visitar esperando que les obsequiemos con golosinas, galletas o zumitos que tenemos fresquitos para ellos. La cara de satisfacción de estas criaturas cuando reciben este ínfimo detalle por nuestra parte nos proporciona una enorme alegría.

 

 

 

 

Cartí e Islas Robeson


Los amigos del Rebeca con quienes nos vamos encontrando en diversos lugares llegan a San Blas y se suman a nuestra flotilla española-italiana-americana con la mala suerte de que tienen problemas en el motor y se les para constantemente y la buena suerte que los problemas aparecen con muy poco viento, mar plano y muchos barcos que estamos pendientes de ellos y preparados para ayudarles. El Gran Camaján es el barco más grande y con más motor, un Benneteau 50 igualito al Rebeca, y es quien lo remolca un par de veces para navegar de isla a isla y entrar al fondeo.

 

Nos dirigimos a Cartí que es un importante poblado kuna y es donde empieza la carretera que conecta kuna Yala con Panamá City que ha estado cerrada durante varios meses por el fuerte temporal de diciembre. Es la forma más económica de llegar a la capital ya que la otra es con avión que sale 140$ la ida y vuelta. Coches salen diariamente desde Cartí con los que hay que concertar previamente cita.

 

Visitamos la mayor de las islas, Sugdup, y de las más pobladas de San Blas. Coincide con la preparación de la celebración de la Chicha, una importante fiesta kuna para celebrar el desarrollo de una mujer que festejan por todo lo alto con abundante comida, bebiendo la Chicha que se obtiene de la caña de azúcar destilada y cortan el pelo a la muchacha protagonista. Las calles principales se han poblado de mujeres vestidas al modo tradicional que cortan cientos de plátanos, yuca, zapallo... para la fiesta multitudinaria.

 

Después nos dirigimos a Islas Robeson; Javier del Nibanu, se une a nosotros. Robeson están pegadas al continente en la parte más occidental. El paisaje es bien diferente al habitual en San Blas y a nosotros no nos gusta demasiado. Con Bredio hacemos una excursión por el río y por tierra que nos lleva a conocer un poblado – la parte más interesante del paseo- y nos bañamos en el río pero tampoco termina siendo demasiado divertida.

 

Fernando, Pepa, Rubén y Jose María tienen que regresar a España; Miuca ya se marchó hace unos días pero al menos la pudimos conocer ya que nunca habíamos podido coincidir antes.

 

La flotilla continua hacia Chichimé donde nos iremos disolviendo, primero se marcha en Yaya y pronto el Gran Camaján. Joan y Toni ha sido un placer compartir estos días entrañables con vosotros. Lo hemos pasado muy bien y ha valido la pena el ajetreo casi diario de isla a isla al que no estábamos acostumbrados. Tenemos unos nuevos amigos en Mallorca, tenéis unos nuevos amigos en Barcelona o allá donde estemos.

 

 

 

 

Hasta la próxima temporada

 

Mayo de 2011

Tras la marcha del Gran Camaján pensamos que vamos a poder recuperar un poco la línea ya que los kilitos de más ya empiezan a notarse: ahí quedan las exquisitas calderetas de langostas y  fideuás de Joan, las gulas con patatas  y huevos fritos de Martí, las excelentes tortillas de patatas y las torrades con la sobrasada elaborada y traída por Toni de Mallorca... La verdad es que todo esto si es un lujo en cualquier parte, aquí, aislados de todo, lo es aún más y sabe mejor, si cabe.

 

... pero nos reencontramos con Antonio del Cuculí  y Peyo y la comida se convierte una vez más en el centro de reunión y no hay buen encuentro sin comida rica y abundante.

Esta vez más calmados, casi todo el tiempo en Chichimé, pasamos unos días con Antonio, Mara, Peyo, Filippe, Javi y Benoit.

 

Y unos se van y llegan otros... y es que no paramos... Volvemos a encontrarnos con nuestro amigo Fernando, del Rebeca, que viene con Joaquín y dos amigos más que no conocíamos hasta ahora, Josele y Antonio. Como vienen por pocos días  y “miserias las justas” como dicen ellos,  vienen cargados de ricos víveres entre ellos jamón y queso manchego que comparten con nosotros muy generosamente; y nunca faltan las riquísmas paellas y fideuás de Fernando...

 

Si bien era conocido que en San Blas no había ningún tipo de control, estando en Limón Este nos sorprendre una barca con las diferentes autoridades (control marítimo, migración y autoridad de Kuna Yala) chequeando que tengamos todo en regla. Parece ser que a partir de ahora van a repetirse los controles periódicos en esta zona que hasta ahora parecía tierra de nadie.

 

 

 

 

Segundo año en San Blas

 

Febrero 2012

 

Navegamos las 40 millas que unen el continente con el archipiélago con un ángulo generoso de 60º que nos permite ir a vela toda la travesía haciendo un solo bordo.

 

Chichimé nos recibe como siempre, esta vez con un nuevo barco hundido en su arrecife a la entrada. Es de Michelle, un francés al que ya conocíamos, que intentó entrar de noche siguiendo el plotter y piiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, error. Con la desesperación, quiso quemar su barco para no verlo más sobresalir entre los corales y para colmo el Consejo Kuna le ha puesto una multa de 500$ que ha tenido que pagar.

 

Eolo sopla con fuerza estos días y se percibe especialmente en este fondeadero que está protegido del mar pero abierto al viento. Volver a un lugar que ya es un poco de uno supone no parar de encontrarte con barcos amigos y conocidos, como Peyo, que parece haber sacado la residencia permanente en Chichimé; el romano Espartaco que ya conocimos el año pasado. Los de siempre... y los nuevos "recién cruzaditos" como el español Pura Vida, un Hanse 47 del Port Olímpic que iza el pavellón de la ARC, la regata alrededor del mundo. Estos pagan alrededor de unos 7000€ y hacen una navegación organizada, para nuestro gusto demasiado veloz, con pocas paradas y de escaso tiempo en cada lugar. Partieron de Canarias con llegada a Santa Lucía y de ahí directo a San Blas, en unos días cruzan el canal y por diciembre de este mismo año deberían estar en Sudáfrica.

 

En dos días hay un encuentro de los venticinco veleros que componen la flota de la ARC en la isla en que nos encontramos, por eso la abandonamos antes de que se abarrote. Saltamos a Limón Este para quedarnos unos días donde regresaremos a la vuelta en el camino de retroceso dirección al continente.

 

Cayo Holandeses es un lugar especial para nosotros y tenemos muchas ganas de quedarnos reposando allí pero solo lo hacemos un día porque este año no funciona el teléfono y necesitamos estar conectados. En la vecina Green Island hay buena señal y allí nos aposentamos prácticamente dos semanas. La conexión con el modem de Digicel es lenta pero suficiente para poder bajar el correo y entrar con paciencia a alguna web. Para estar mucho tiempo en el archipiélago lo mejor es tener dos tarjetas sim, una de Digicel y la otra de Más móvil; la primera funciona bien en las islas del este y la segunda en las del oeste.

 

Nos encontramos con los amigos Marc y Vero del Layla en la Isla Verde. Los conocimos en Bocas del Toro y tenemos una relación superbuena con ellos, nos divertimos, comemos y comemos, jugamos al domino mexicano. También hacemos intercambio lingüístico; Marc mejora su español con nosotros y ha prosperado mucho en pocos días, Vero es chilena pero entre ellos hablan in English; al mismo tiempo nos enseña un poco de slang y resuelve mis dudas lingüísticas. Tras intensos días compartidos nos despedimos con tristeza ya que han dejado una bonita huella en nosotros, los vamos a extrañar.

 

Allí sigue la francesa Catherine con su bonita bijouterie que elabora a partir de la semilla de tagua. La conocemos un poco más y también a su marido Francoise, que es muy divertido. Nos enseñan varios métodos de conservación de carne y pescado; ellos vivieron trece años en un velerito diminuto que no tenía frigorífico y se las saben todas. Peyo pasa a vernos con unos amigos, los dos cocineros y propietarios de sendos restaurantes en el sur de Francia y nos invitan a cenar un hermoso pargo que han pescado; me atrevería a decir que es el pescado más bueno que he comido en mi vida, qué delicia... y acompañado con un rico cava... mmmmm. También llegan los queridísimos Chris y Monty; nuevos barcos amigos entre ellos el Celtic Dream, experto en computers, que nos da una mano a repasar todas las conexiones del pactor.

 

Conocemos algún lugar nuevo como Miryadup, que no nos encanta; paseamos de nuevo por Río Azúcar y Cambombia con los amiguísimos del Layla. Tras unos días nos reencontramos con Monty y Chris que llegan con unos amigos que han trabajado como profesores de inglés en el Burgo de Osma, el pueblo donde Jose nació. Americanos diferentes, que los hay; ya nos hemos encontrado unos cuantos con los que hemos hecho una buena amistad: abiertos, críticos con sus propios gobiernos, viajeros, suelen hablar un poco de español y casualmente (o no) suelen ser casi todos de la costa oeste: Washington, Oregon, Idaho...

 

La vida en San Blas sigue siendo tranquila y pausada. Notamos un descenso de barcos respecto al año pasado y no hay tantas fiestas en la playa.

 

Volvemos al reciclaje de la basura: quemamos plástico y papel, fondeamos a más de 100 pies de profundidad las latas y botellas llenas de agua para que se hundan... Una vez a la semana viene Giraldo o el hijo con frutas, vegetales, pollo, huevos, vino y cerveza. Este año estamos mucho mejor organizados y tenemos una dieta más que variada y comemos requetebien; tenemos pollo y carne congelada que vamos alternando con el pescado fresco o langostas que Jose trae, que nos regalan y a veces compramos a los kunitas.

 

Nunca faltamos a la Net de Panamá en el 8107 a las 8.30h, una buena forma de estar informado de lo que pasa por aquí, la meteo y una práctica más del inglés. Esporádicamente entramos a la Rueda de los Argentinos en estos días, no solemos estar en el barco o estamos con compañía. Y de vez en cuando también lo hacemos en una nueva Net que se ha creado para españoles en el Caribe en el 6920 a las 7:00 hora local, que serían las 0:00 UTC. Los veteranos del Cibeles suelen estar casi siempre y a veces el Bahía las Islas y los Alea; con el Bellatrix no hemos podido hablar hasta ahora.

 

Yo estoy encantada con mi reciente adquisición, un ebook; por solo 75$ tengo lectura suficiente en mi kindle; miles de libros almacenados que saciarán mi sed lectora por un buen tiempo, es un invento genial sobretodo para los barcos. Por otro lado, la película nocturna solo falta cuando hay alguna reunión con amigos y el inglés se ha establecido como única lengua de la cinemateca, a pesar de algunas protestillas de Jose cuando está cansado y no quiere hacer el esfuerzo de comprender la lengua vernácula, pero en el fondo sabe que es lo mejor.

 

Mi compi siempre con trabajillos en el barco, o acaso alguien pensaba que algún día se acababan... También gestionamos por teléfono algunas compras a Estados Unidos con una mano de Mark y nos vamos empapando con info del Pacífico. ¡Ah! Supernovedad... Tenemos watermaker ("potabilizadora") nueva, bueno de segunda mano... que hemos comprado al Cherokee II cuando la anunció por la Net; una Katadyn Powersurvivor 40E que da 1 galón y medio por hora, no es muchísimo, pero suficiente para tener agua potable, rociarnos con unas gotas de agua dulce y aclarar los platos. Además, tiene un kit manual de supervivencia.

 

San Blas sigue siendo un lugar increíble, único; algunos que han circunnavegado el mundo han regresado para quedarse porque dicen que es uno de los top ten. No lo dudamos, pero quizás esta segunda vuelta ya nos ha impresionado menos, porque ya lo conocíamos muy bien, porque ese factor sorpresa ya se ha ido perdiendo y porque seguramente nuestra mente ya está en el Pacífico y queremos seguir conociendo otros lugares nuevos que nos esperan.