Miami
Septiembre de 2011
Disponiendo de tiempo, una manera de conocer nuevas ciudades es haciendo escala siempre y cuando la compañía aérea lo permita; es lo que llaman “destinos múltiples” a la hora de comprar los billetes por internet. Ninguno de los dos conocíamos Estados Unidos y como cada vez son más los amigos de allí, nos parece una ocasión fenomenal para empezar a descubrir este inmenso país.
Viajamos por American Airlines que es una de las compañías que permite las escalas sin coste adicional y nos quedamos cuatro días en Miami antes de llegar a Madrid.
Empiezo a preparar el viaje por internet: buscar hotel, qué visitar, cómo trasladarnos del aeropuerto a la ciudad... cuantos menos días está uno, más preparado hay que llevarlo todo para aprovechar la estadía al máximo. Unos americanos nos recomiendan una página web para buscar hoteles en Estados Unidos (priceline.com). Esta tiene la opción de “Name your own price” (pon tú el precio) que consiste en que eliges la zona donde buscas el hotel, las estrellas y lo que estás dispuesto a pagar; facilitas tu tarjeta de crédito y ellos te buscan el hotel. La única pega es que una vez asignado ya no puedes renunciar a él pero estos amigos nos dicen que han usado este sistema en repetidas ocasiones y siempre les ha tocado hoteles muy buenos. Se trata de ir probando con varias estrellas y poco dinero y si no encuentra nada ir bajando de categoría o subiendo el precio... Tras varias tentativas me dice que ha encontrado un hotel para mí por 40$ de dos estrellas y media en pleno centro de South Beach (no está nada mal por los precios que se mueven en la ciudad de Florida y el mismo hotel por otros buscadores cuesta más del doble). Se llama Chesterfield. Enseguida entro a la Trip Advisor y otras páginas donde se valoran los hoteles y las opiniones son diversas en cuanto a servicio pero todos coinciden que está muy bien situado. Por las dudas, solo he reservado una noche, no fuera que nos saliera rana.
Tras dejar todo listo en el barco iniciamos el periplo: bote de Bastimentos hasta isla Colón, de Colón otra barca hasta Almirante –en el continente-, taxi a la estación de autobuses, siete horas de bus hasta Panamá City, noche en Panamá y finalmente avión a Miamiiiiiiiiiiiiiiiiiii.
Al ser ciudadanos europeos no necesitamos visado para US pero sí un permiso que se obtiene por internet con una duración de dos años que cuesta 14$ por persona, creo, o tal vez algo más. Largas colas en inmigración, recogemos las maletas, nos equivocamos con una maleta -juro que era exactamente igual a la nuestra- vaya marrón!, volver a entrar y hacer todo el proceso acompañada por una autoridad, miles de preguntas, revisión exhaustiva del equipaje, por qué llevo tantos libros, pues para leer será... Por fin estamos fuera del airport. Welcome to de United States of America!
Mis ganas locas de hablar inglés empiezan a decaer cuando me percato que va a ser tarea difícil, sí señores, me lo habían dicho, pero para tanto... aquí todo dios habla en español: la gran comunidad cubana, dominicanos, colombianos, guatemaltecos... ¿Nos habremos equivocado de país?
Tomamos un autobús que nos deja en el centro de Miami Beach por dos dólares y medio que sale de la misma puerta del aeropuerto. Llegamos al hotel, -ahora no tengo ninguna habitación- quéeeeeeeeeeee, yo he pagado la habitación- one moment – y tras un rato nos acompaña un simpático cubano a la 209. No lo podemos creer es una suite, qué pasada; decorada al estilo Art Deco, amplia, lujosa, pantalla plana enorme, salón aparte con sofá y bebidas... Buscamos rápidamente en Internet para reservar las otras dos noches y hacemos la misma búsqueda por “priceline.com” para ver si nos da el mismo hotel. ¡Estamos de suerte!
Tenemos que pagar 15$ más por noche al llegar por no sé qué impuesto, pero aún así nos sigue pareciendo barato por los precios del mercado y el lujazo de habitación que nos han asignado; parece ser que no es la que nos tocaba por el precio, pero no habían más de las baratas o para enmendar el pequeño malentendido... Además todas las tardes nos incluye cócteles gratis en el bar del lobby.
Dejamos las cosas y ansiosos por conocer empezamos a investigar South Beach: la famosa playa con los mosculosos bodyguard, Ocean Drive (la calle de restaurantes y de fiesta nocturna en primera línea de playa), Lincoln Road (la calle más comercial), Española Way (una callecita con mucho estilo repleta de restaurantes, la ruta del Art deco... Poco a poco iremos caminando y recaminando todos estos lugares, los más famosos de Miami.
Nos admira la cantidad de coches lujosos que hay aquí: Hummers, Ferraris, Lambhorginis, Masseratis, Chevrolets, Cadillacs, Mercedes descapotables, BMW, Audis yo nunca había visto una cosa igual, tanto lujo junto; ahora, nos cuentan que aquí el coche es algo sagrado, aunque a veces tengan que tener la nevera vacía para pagarlo...
Una opción para otro día es alquilar un coche, no sale nada caro, pero nos parece que podemos tener problemas para aparcar y sacamos el billete de viajes indefinidos por un día de transporte público por 5$ each “cada uno, quiero decir”. Cruzando los múltiples puentes que separan la isla larga y estrecha de Miami Beach se encuentra el resto de Miami que es inmenso: la comunidad cubana en Little Havana, el sofisticado Coral Gables, Cocunut Groves, Dowtown, Bayside... No puede faltar la romería por las famosas tiendas náuticas como West Marine, recorrer los lujosos centros de compras, maravillarnos con los rascacielos (esto no es nada de lo que vendrá con NY), la visita a las islas de los famosos para admirar las paupérrimas masiones. Cada noche llegamos reventados al hotel de tanto caminar.
Miami Beach no es demasiado barato pero siempre hay opciones para comer más económico saliendo un poco del recorrido turístico con porciones de pizza, McDonals, Pollo tropical...
Si vas por tu cuenta puedes gastar poco pero cualquier excursión que quieras hacer sale 40 ó 50 $ por persona.
Como a nosotros nos gusta, charlamos con la gente, nos cuentan: cómo se vive, lo que se gana, mucho mucho trabajo en negro de ilegales que cobran entre 8 y 10 $/h y llegan a trabajar hasta 12 horas diarias.
La verdad es que no nos atraía demasiado la ciudad antes de venir, pero nos ha gustado más de lo que pensábamos y hemos disfrutado un montón. Nos han faltado días para poder ir a conocer los Key West, que deben ser espectaculares. Tendremos que volver a hacer una escalita en un futuro a la ciudad más latina y caribeña de USA...
New York, New York...
Noviembre de 2011
El tiempo en España ha llegado a su fin, es hora de regresar a Panamá; pero no sin antes pasar por una de las ciudades más
fascinante de todo el mundo... NEW YORK; hasta ahora nunca me había atraído en demasía conocerla y siempre había tenido más predilección por San Francisco, pero
hace poco se me despertaron las ganas ya que varios amigos me habían hablado de ella prometiéndome que me iba a encantar... Las grandes capitales tienen algo que me apasiona:
Madrid, Londres, París, Roma, Buenos Aires... y no creo que esta vaya a decepcionarme.
Viajamos con American Airlines del mismo modo que lo hicimos a Miami, haciendo escala gratuita. Reservamos el hotel por
priceline.com en la zona de Upper West Side, a dos calles del Central Park. Es bien conocido que la estadía en NY no es nada
barata y conseguimos una habitación confortable en el Hotel Days Hotel Broadway en un buen sitio, con parada de metro en la misma esquina, por 75€ noche, lo cual no está nada
nada mal.
Vamos con todo el "maletaje" que hemos ido arrastrando desde Barcelona-Logroño-Madrid y para llegar al hotel debemos coger el transporte del
aeropuerto John Fridgerald Kennedy, el tren y después el subway, por 7$ el billete integrado; seguramente el taxi hubiera sido más directo pero también muuuuucho más
caro.
Se puede contratar un shuttle, nosotros lo hicimos a la vuelta, que por 12$ te recoge en el hotel y te lleva al aeropuerto o viceversa; es la mejor opción y más barata. No recomiendo hacer el periplo por los transportes públicos con todo el equipaje porque, parece mentira, pero en una ciudad de esta embergadura muchas paradas de metro no tienen escaleras mecánicas ni ascensor.
Tenemos menos de cuatro días para recorrer la ciudad lo cual no es mucho o más bien poco pero como andarines incansables que somos intentaremos aprovechar al máximo
y lograr hacer un boceto para en un futuro regresar y terminar la composición.
Nueva York es una ciudad enorme, hugeeeeeeeeeeee, con muchos barrios que la forman. Hablamos de NY pero la mayoría de
veces nos referimos solo a Manhattan que es donde se encuentra el pulmón de la ciudad y todo lo más conocido. Para otra vez quedarán los barrios aledaños de Broadway,
Queens, Bronx, Harlem...
Repartimos nuestros días por barrios, tomamos el metro por la mañana para llegar a nuestro destino y el resto del día nos movemos a pie que es la mejor forma de ir
viéndolo todo, eso sí hay que estar en forma ya que para eso hay que caminar 12 ó 13 horas al día non stop. Existe un bono semanal para el metro, Metrocard, que
sale 29$ con viajes ilimitados, pero a nosotros no nos compensa con un viaje al día. Cada billete sencillo cuestra 2$ y si compras varios juntos, creo que un mínimo de 10, te hacen un 7% de
descuento.
Uptown
El Central Park -que recorre una buena parte de Manhattan en sentido vertical- se encuentra en el pulmón de Uptown dividiéndolo a un lado y a otro en Upper West Side y Upper East Side.
Upper East Side es uno de los barrios más exclusivos de la Big Apple: lujosos edificios con llamativos porteros de gala, enomes mansiones antiguas que se han convertido en consulados, tiendas gourmet, coquetos comercios, las boutiques más chics y el Museum Mile en la Quinta Avenida donde están algunos de los museos más importantes como el Meropolitan o el Guggenheim.
El Central Park es realmente espectacular, no sé exactamente cuáles son sus dimensiones pero el Retiro o el Hyde
Park londinense son "chiquiteces" a su lado. Es otoño y el contraste de colores es un poema, es realmente maravilloso y nos quedamos anonadados. Tratamos de reconocer rincones que tantas
veces han aparecido en el mundo del cine; cientos de deportistas, of course todos con el Iphone en el brazo, corren acompañados por su música por todo el parque, otros pasean a sus mascotas y de
vez en cuando se ve algunos turistas disparando con sus cámaras sin cesar. A la noche es más imponente adentrarse en el recinto y lo hacemos no demasiado tarde ya que puede ser
peligroso. The lake, el homenaje a John Lennon con Strawberries Fields, Bethesda Terrace, son algunas cosas que no hay que dejar de ver en
el parque.
En el Upper West Side, la visita a la tienda de Zabar's es curiosa; en la isla encuentras grandes almacenes de todo tipo generales
o especializados: ropa, menaje, fotografía, electrónica donde encuentras realmente todo y muchas veces a buenos precios. Colombus Circle, Lincoln
Center y el the Metropolitan Opera son otros puntos de interés.
Middtown
Es el área que va desde la calle 14 hasta la 59. Es donde se encuentran los rascacielos más importantes: Rockefeller, Empire State Building, las torres de Trump, Chrysler Building, Flatiron Building, Bank of Manhattan... entre muchos otros. Es imprescindible subir al Rockefeller o al State Building para poder ver la ciudad desde el aire pero en nuestra corta estadía todos los días fueron muy nublados y a veces lluviosos y descartamos pagar los 20 ó 35$ para poder ver nubes.
Times Square es la famosa calle peatonal donde las gigantes y múltiples pantallas compiten una con otra mostrando su colorido e iluminaria para publicitar las más conocidas marcas; no pensé que podían juntar tanta intensidad de luz y las pantallas pudieran ser de tales dimensiones; la verdad es que es impresionante, emocionante... A los alrededores se encuentran todos los teatros Broadway que ofertan los conocidos musicales .
Caminando a un lado y otro recorremos más de una y dos veces la mítica Quinta Avenida, así como también la 7th St., la 6th, la 9th... Contemplamos Medison Square, Union Square, Madison Square Garden... Nos topamos con la pista de hielo al aire libre con el acompañamiento de un magnífico jazz y todos los rascacielos iluminados a los alrededores, mágico...
NY tiene algunos de los museos más importantes del mundo, pero recorrerlos todos requeriría mucho tiempo y dinero, ya que la entrada a cada uno sale alrededor de 25$. Nosotros elegimos el MoMA, el Museo de arte Moderno, para poder ver Les Demoiselles d'Avignon de Picasso, el valoradísimo La persistencia de la memoria de Dalí; así como tantos otros: Miró, Modigliani, Matisse, Monet, Rothko, Warhol, Van Gogh, Klee y un sinfín más de genialidades; además de la exposoción temporal de Kooning.
Una buena opción para echar un vistazo a varios museos es prestar atención al día que suelen tener la mayoría de museos de entrada gratuita en una hora muy determinada.
Para varios días de estancia y visitar varios museos y otras atracciones sale rentable sacar el New York Pass o el City Pass que
incluye la entrada a varios a un precio más reducido.
Downtown
La parte sureste de Manhattan es la zona financiera Financial District donde, por ser 15N, coincide con las protestas de Wall Street a las que nos unimos para apoyar este movimiento que lucha por un mundo más igualitario y mejor para todos.
Dentro de Dowtown hay barrios bien diversos: el exclusivo Tribeca, el imperdible Soho, Chinatown (que parece transportarte al país de Oriente), Little Italy donde los italianos concentran sus restaurantes en una sola calle...
Para ver el skyline y la Estatua de la Libertad hay dos opciones: el Statue Cruises te lleva a la misma estatua y a la Ellis Island pagando unos 15$ o el ferry gratuito que va a Staten Island y que te permite acercarte a la Estatua, poder fotografiarla y ver la línea de rascacielos que componen el Bajo Manhattan; fotos impresionantes si tienes la suerte de que te toquen días soleados.
Todos los turistas acuden con curiosidad a visitar el Memorial del World Trade Center donde ya están en costrucción avanzada cuatro edificios altísimos para sustituir a las desaparecidas Torres Gemelas.
Los restaurantes no son baratos pero se puede encontrar opciones económicas; siempre quedan las cadenas de fast food, los puestitos en la calle son muy típicos e higiénicos; busca, pregunta y econtrarás... Ah! Y no dejes de probar el desayuno por excelencia, los bagels!
Sin lugar a dudas New York no es una ciudad más de Estados Unidos y Manhattan, en particular, es un oasis. Se nota
que hay muchísimo dinero, no se ve la obesidad de la que tanto se suele hablar en el país americano; sino más bien lo contrario: gente elegante, guapa y delgada; neoyorkinos y de toooodas partes
del mundo.
Una vez que has conocido la Gran Manzana quieres volver porque tiene algo muy especial, fascinante...
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Un pequeño accidente náutico-doméstico ha provocado que hayamos perdido un ordenador y las fotos de NY no las habíamos duplicado aún, así que aquí van unas pocas que hemos podido recuperar a través del Facebook. Si podemos salvar el disco duro ya colgaremos más.
Es una pena que no hiciera ni un solo día sol y lloviera ya que no pudimos hacer tantas fotos ni buenas :(